¿Qué es la transmutación? Ejercicio práctico, método Atisha

Hace unos meses, asistí a un curso grupal de gestión de emociones y a mi gran sorpresa , no era consciente de ello, me » clasificaron » de personalidad mental . Existen dos tipos de personalidades más: visceral y emocional.
Este ejercicio que te propongo se basa solo en respirar poniendo consciencia. Si eres mental te costará un pelín al principio ( lo sé de buena base…) pero en muy poco tiempo apenas unos pocos minutos ya sabrás hacerlo. Quien ejercita la mente a su favor cada día tiene una gran ventaja sobre quien la ejercita solo para obtener resultados.
Simplemente: dejar de ser esclavo de sus pensamientos.
Si así lo deseas, sé libre.
Un abrazo,
Anna

Todo el texto extraído de Osho y la transformación

La Meditación del Corazón de Atisha

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El dolor es natural; tiene que ser comprendido, tiene que ser aceptado. Como tememos el dolor de manera natural, de manera natural tendemos a evitarlo. De ahí que mucha gente haya evitado el corazón y esté colgada en la cabeza, viva en la cabeza. El corazón da dolor, es verdad, pero sólo porque puede dar placer; por eso da dolor. El placer llega a través del dolor; la agonía es la puerta por la que entra el éxtasis. Si uno es consciente de él, acepta el dolor como una bendición. Entonces, de repente, la cualidad del dolor empieza a cambiar inmediatamente. Ya no eres su antagonista, y como ya no eres su antagonista, ya no es dolor; es un amigo. Es un fuego que te va a limpiar. Es una transmutación, un proceso en el que lo viejo se irá y lo nuevo llegará, en el que la mente desaparecerá y el corazón funcionará en su totalidad. Entonces la vida es una bendición.

Prueba este método de Atisha:
Cuando inspires —escucha con cuidado porque es uno de los mejores métodos—, cuando inspires, piensa que estás inspirando todas las miserias de todos los habitantes del mundo. Toda la oscuridad, toda la negatividad, todo el infierno que existe por doquier, los estás inspirando. Y deja que sean absorbidos en tu corazón.

Transmutación
Puede que hayas oído hablar de los llamados pensadores positivos de Occidente. Ellos dicen justo lo contrario; en realidad, no saben lo que dicen. Dicen: «Cuando espires, arroja de ti todas tus miserias y negatividades; y cuando inspires, inspira alegría, positividad, felicidad, regocijo». El método de Atisha es exactamente lo opuesto: cuando inspires, inspira todo el sufrimiento y las desgracias de todos los seres del mundo: pasados, presentes y futuros. Y cuando espires, espira toda la alegría que tengas, toda la dicha que tengas, todas las bendiciones que tengas.

Espira, derrámate en la existencia. Éste es el método de la compasión: bebe todo el sufrimiento y derrama las bendiciones. Y si lo haces te quedarás sorprendido. En el momento en que tomas todos los sufrimientos del mundo dentro de ti, dejan de ser sufrimientos. El corazón transforma la energía inmediatamente. El corazón es una fuerza transformadora: bebe la miseria, y transfórmala en dicha… después derrámala. Una vez que has aprendido que tu corazón puede hacer esta magia, este milagro, querrás repetirlo una y otra vez.

Pruébalo. Es uno de los métodos más prácticos, es simple y produce resultados inmediatos. Hazlo hoy mismo y mira qué pasa. Ésta es una de las prácticas de Buda y sus discípulos. Atisha es uno de sus discípulos, de la misma tradición, de la misma línea. Buda repite una y otra vez a sus discípulos: «Ihi passiko; ¡venid y ved!». Son gente muy científica. El budismo es la religión más científica de la tierra; de ahí que vaya ganando terreno en el mundo.

A medida que el mundo vaya haciéndose más inteligente, Buda se hará cada vez más importante. Tiene que ser así. Conforme aumente el número de gente dedicada a la ciencia, Buda tendrá un mayor atractivo. Él convencerá a las mentes científicas, porque dice: «Todo lo que digo puede ser practicado». No os dice: «Creedlo», lo que os digo es: «Experimentad con ello, experimentadlo, y sólo entonces, si lo sentís en vosotros mismos, confiad en ello. Y si no es así, no hace falta creer».

Prueba este precioso método de compasión: toma en ti toda la miseria y derrama sobre el mundo la alegría.

El secreto del anillo, por Osho, cuento Sufi

Pensar «soy la mente», es inconsciencia. Debes saber que la mente sólo es un mecanismo, como lo es el cuerpo; debes saber que la mente está separada. Viene la noche y después viene la mañana; y tú no te identificas con la noche. No dices: «Soy la noche»; y tampoco dices: «Soy la mañana». Viene el día y después vuelve la noche; la rueda continúa girando, pero tú te das cuenta de que no eres estas cosas. Lo mismo ocurre con la mente. Aparece la ira pero tú te olvidas : te conviertes en ira. Viene la avaricia y te olvidas: te conviertes en avaricia. Se presenta el odio y te olvidas: te conviertes en odio. Eso es inconsciencia. Conciencia es darse cuenta de que la mente está llena de avaricia, llena de ira, llena de odio o llena de lujuria, pero tú sólo eres un observador. Entonces puedes ver cómo surge la avaricia y se convierte en una gran nube oscura que después se dispersa; y tú no has sido tocado. ¿Cuánto tiempo pueden quedarse? Tu ira es momentánea, tu avaricia es momentánea, tu lujuria es momentánea. Simplemente observa y te quedarás sorprendido: vienen y se van. Y tú permaneces allí, intocado, fresco, tranquilo.

La cosa más básica a recordar es que cuando te sientas bien, en un estado de éxtasis, no debes pensar que va a ser un estado permanente. Vive el momento tan alegremente, tan animadamente como puedas, sabiendo muy bien que ha venido y se irá, como la brisa que entra en tu casa, con toda su fragancia y frescor, y sale por la otra puerta. Esto es lo más fundamental. Si piensas que puedes hacer que tus momentos de éxtasis sean permanentes, ya has empezado a destruirlos.

Cuando vengan, agradécelos; cuando se vayan, siéntete agradecido a la existencia. Permanece abierto. Ocurrirá muchas veces; no enjuicies, no seas un elector. Permanece libre de elecciones. Sí, habrá momentos en los que te sentirás desgraciado. ¿Y qué? Hay personas que se sienten desgraciadas y no han conocido ni un momento de éxtasis; tú eres afortunado. Incluso en medio de tu desgracia, recuerda que no va a ser permanente; también pasará, por eso no dejes que te altere demasiado. Permanece sereno.

Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza; acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza, son la naturaleza misma de las cosas. Y simplemente eres un observador: no te conviertes ni en la felicidad ni en la desgracia. La felicidad viene y se va, la desgracia viene y se va. Pero hay algo que siempre está allí —siempre y en todo momento — y ése es el observador, el testigo.

Poco a poco ve centrándote más en el observador. Vendrán días y vendrán noches…vendrán éxitos y fracasos… vendrán vidas y vendrán muertes. Pero si permaneces centrado en el observador — porque es la única realidad en ti— todo es un fenómeno pasajero.

Sólo por un momento trata de sentir lo que te digo: simplemente sé un testigo. No te aferres a ningún momento porque es hermoso ni alejes de ti ningún momento porque es desgraciado. Deja de hacer eso. Lo has estado haciendo durante vidas enteras. Nunca has tenido éxito hasta ahora y nunca lo tendrás, jamás. El único modo de ir más allá, de permanecer más allá, es encontrar el lugar desde el que puedes observar todos estos fenómenos cambiantes sin identificarte.

Te contaré una antigua historia sufí.

Un rey dijo a los sabios de la corte: —Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total. Tiene que ser muy pequeño de manera que quepa escondido debajo del diamante del anillo.

Todos ellos eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados. Pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudiera ayudar en momentos de desesperación total era difícil. Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que era casi como su padre; también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por él. El anciano dijo: —No soy un sabio, ni un erudito, menos un académico; pero conozco el mensaje, porque sólo hay un mensaje. Y esa gente no te lo puede dar; sólo puede dártelo un místico, un hombre que haya alcanzado la realización. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente y en una ocasión me encontré con un místico.

Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento por mis servicios, me dio este mensaje —y lo escribió en un papel, lo dobló y se lo dió al rey—. No lo leas, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.

Y ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos le perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Y llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: del otro lado había un precipicio y un profundo valle. Caer por él sería el fin. No podía volver, el enemigo le cerraba el camino y ya podía oír el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante, y no había ningún otro camino…

De repente se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso. Simplemente decía: «Esto también pasará».

Mientras leía «esto también pasará» sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Y aquello pasó. Todas las cosas pasan; nada permanece en este mundo. Los enemigos que le perseguían se deben haber perdido en el bosque, deben haberse equivocado de camino; poco a poco dejó de oír el trote de los caballos.

El rey se sentía tremendamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, lo volvió a poner en el anillo, reunió a su ejército y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes,… y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: —Este momento también es adecuado: vuelve a mirar al mensaje.

—¿Qué quieres decir? —Preguntó el rey—. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

—Escucha —dijo el anciano—, esto es lo que me dijo el santo: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso; no sólo para cuando eres el último, también para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: «Esto también pasará», y de repente la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que se regocijaba, que celebraba, que bailaba… pero el orgullo, el ego había desaparecido. Todo pasa.

Pidió al anciano sirviente que viniera a su carro y se sentara junto a él. Le preguntó: -¿Hay algo más? Todo pasa… Tu mensaje me ha sido de gran ayuda.

—La tercera cosa que dijo el santo es: «Recuerda que todo pasa. Sólo quedas tú; tú permaneces por siempre como testigo».

Todo pasa, pero tú permaneces. Tú eres la realidad; todo lo demás sólo es un sueño. Hay sueños muy hermosos, hay pesadillas… pero no importa que se trate de un sueño precioso o de una pesadilla; lo importante es la persona que está viendo el sueño. Ese que ve es la única realidad.

Sencillez y alegría sin objeto, meditación de un científico

Una pequeña confidencia: este artículo ( aunque todos los que he puesto me llegan y me hacen reflexionar) me ha llegado de forma diferente ya que como trayectoria personal ( apasionada de la ciencia por su vinculación con su biología) lo he entendido de forma muy directa.

Jean Klein (1912-1998) nació en Francia.  Fue un maestro espiritual autor de varios libros, médico y musicólogo. Sus obras intentan trasladar el conocimiento del Advaita Vedanta al mundo occidental.

“La liberación consiste en estar libre de uno mismo. Para poder estar libres de nosotros mismos, debemos empezar por conocernos mucho; conocer nuestro cuerpo, nuestro psiquismo, el proceso habitual de nuestro pensamiento. Hay que proceder a una investigación en vivo, es decir sin ideas preconcebidas. Generalmente, cada uno se esfuerza en sustituir el comportamiento que juzga reprensible por su opuesto: colérico, tratamos de volvernos apacible, y así, lo único que conseguimos es complicar nuestro condicionamiento; o también, nos dejamos tentar por evasiones diversas. Con tales procedimientos, nos condenamos a dar vueltas en un círculo vicioso.

Una actitud de observación desinteresada, objetiva, como dicen los científicos, es la única que nos permitirá conocernos tal  como somos verdaderamente, nos permitirá captar espontáneamente las actividades de nuestro cuerpo, de nuestra mente, los procesos de nuestro pensamiento, nuestras motivaciones. En una primera fase, el observador experimenta algunas dificultades para ser impersonal, sin elección; da dinamismo al objeto, se hace su cómplice. Más adelante, instantes de clarividencia se presentan cada vez más a menudo, luego llega un momento en que se instala entre el investigador y los objetos una zona neutra y los dos polos pierden su carga. El observador es entonces silencio e inmovilidad, el objeto condicionado ya no recibe alimento.

En algunos momentos, solos con nosotros mismos, experimentamos una inmensa carencia interior. Esta es la motivación-madre que engendra a las demás. La necesidad de llenar esta carencia, de apagar esta sed nos empuja a pensar, a actuar. Sin interrogarla siquiera, huimos de esta insuficiencia, tratamos de llenarla a veces con un objeto, a veces con un proyecto, o con una persona, luego, decepcionados, corremos de una compensación a la siguiente, yendo de fracaso en fracaso, de sufrimiento en sufrimiento, de guerra en guerra. Esto es el destino del hombre común, de todos los que aceptan con resignación este orden de cosas que juzgan inherente a la condición humana.

Engañados por la satisfacción que nos proporcionan los objetos, llegamos a constatar que causan saciedad y hasta indiferencia, nos colman un momento, nos llevan a la no-carencia, nos devuelven a nosotros mismos y luego nos cansan; han perdido su magia evocadora. Por lo tanto, la plenitud que experimentamos no se encuentra en ellos, está en nosotros; durante un momento, el objeto tiene la facultad de suscitarla y sacamos la conclusión equivocada de que fue él el artesano de esta paz. El error consiste en considerar este objeto como una condición «sine qua non» de dicha plenitud.

La alegría, la seguridad, el sentido de la libertad, fluyen de lo que somos fundamentalmente, de la conciencia pura. Somos los que precede el pensamiento y lo que le sigue, lo que le da su soporte, somos la página en blanco en la cual se inscriben las impresiones. Desatar nuestros pensamientos y contar con ellos para descubrir la verdad es lo contrario de lo que debemos hacer, si todavía hay algo que hacer. La alegría sin objeto sólo es posible cuando la mente se silencia. Entonces existe este estado de alegría que es plenitud.

Durante estos períodos de alegría, ésta existe en sí misma, no hay nada más. Podemos experimentar esta felicidad a la que no le superponemos un objeto que la ocasione. Esta es la alegría sin objeto. Descubriremos que hemos alcanzado ese equilibrio en el que ningún objeto causa nuestra alegría, lo que la ha causado, la última satisfacción, la alegría inefable, inalterable y sin motivo, está siempre presente en nosotros, lo que ocurre es que estaba velada para nuestros ojos.

Muchísima gente no es feliz y la causa de ello no es otra cosa sino sentirse separados. Hay que ser uno mismo en la unidad. Primero tienes que ser tú uno mismo. No hay que tratar de ayudar a los demás mientras uno mismo esté necesitando ayuda.

El yoga, la meditación o cualquier otra técnica, debería ser seguida sólo con la comprensión de que no hay nada que alcanzar ya que todas las disciplinas son las fijaciones, establecen una dictadura sobre uno mismo y pone en peligro todo entendimiento. El que busca es lo buscado y la idea de alcanzar algo es sólo una evasión.

Muchas tradiciones enfatizan una práctica sistemática de la meditación, pero no puedes practicar lo que no eres. Uno practica en pos de un resultado en el espacio y el tiempo, pero nuestra naturaleza fundamental no tiene causa ni tiempo. En el momento en que intentas meditar hay una sutil proyección de energía y tú te identificas con esta proyección. Si sigues presente sin hacerte cómplice, la agitación disminuye por falta de combustible. En la ausencia de agitación te ves arrebatado por la resonancia de la quietud, ya que no persigues alcanzar nada sino que estás verdaderamente en silencio.

El deseo de estar realizado, de estar tranquilo proviene de un sentimiento de falta. Haz de esta falta un objeto de investigación. ¿Qué es? Una falta de totalidad.

Te tomas a ti mismo por un meditador, una entidad en el espacio y en el tiempo, y tratas de llenar este aislamiento meditando. Pero el meditador sólo puede meditar sobre lo que ya conoce y él mismo pertenece a lo conocido. Es un círculo vicioso.

Fundamentalmente, tú no eres nada, pero no te das cuenta de ello y proyectas energía en buscar lo que eres.

Cuando descubres que el meditador no existe, toda actividad deja de tener objeto y tú llegas a aun estado de no persecución de objetivos, una apertura a lo incognoscible.

Es absolutamente necesario empezar por conseguir que tus pensamientos guarden silencio mediante la atención sin tensión.¿Cómo? Pues no forzándote a guardar silencio. Vives predominantemente en la asociación de ideas y la interpretación. Cuando veas esto con claridad el pensamiento se volverá menos concreto. Entonces habrá una súbita transferencia de énfasis que pasará del observar como percepción al observar como ser”.

Extraído de http://deretornoacasa.wordpress.com/2012/04/08/jean-klein-sencillez-y-alegria-sin-objeto/

Dictadura de la belleza. ¿Qué es? Augusto Cury, psiquiatra y divulgador superventas

Este artículo sacado de La  Contra de La Vanguardia, viene a decir que la contemplación nos ayuda a modificar nuestra mirada sobre la belleza para convertir en Belleza lo que vemos.

Alguna vez nos habremos encontrado con mujeres y hombres con físicos estupendos y realmente bellos con los criterios de belleza actuales y éstos mismos diciendo que deben pasar por el cirujano a arreglarse tal y tal cosa. Ojo , ni me corresponde ni juzgo para nada tal decisión. Creo que cada uno actúa libremente sobre como quiere mejorar su aspecto. Ahora bien…¿dónde queda ahi la autoestima?, pilar básico en muchas áreas. Para quererse más , hay que cambiar ¿siempre el exterior? o bien cambiar¿ siempre el interior? Yo creo en que ambos se complementan y que se ayudan , cooperan. Si tomamos uno de los dos como única referencia puede que caigamos en la trampa del desequilibrio. Traducido debería entenderse: ¿soy solo un cuerpo para que el otro me mire y le guste? ¿ soy un ser tan espiritual y equilibrado que el aspecto físico no es importante y la mirada del otro no importa? Creo que somos un todo, cuerpo físico, cuerpo emocional, cuerpo mental, y cuerpos más etéreos ( según mi opinión) y TODOS son importantes. Cuando uno se acepta tal y como es y su propia mirada es amorosa con uno mismo, entonces los cambios vienen desde la sabiduría interna, desde nuestra propia voz, desde nuestra Libertad. Y a su vez vemos al otro con otra mirada, desde su Belleza. Entonces habremos entrando en la mirada de la Contemplación.

Artículo a continuación: link http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120328/54277566688/augusto-cury-solo-un-3-de-las-mujeres-se-siente-a-gusto-con-su-cuerpo.html

«Sólo un 3% de las mujeres se siente a gusto con su cuerpo»

Denuncia la existencia de una tiranía mundial. Sí, una tiranía universal, un despotismo global, una dictadura insidiosa y sutil que domina el mundo.
¿Qué dictadura? La dictadura de la belleza.
¿En qué consiste esa dictadura? ¿Quiere verla? Es fácil: conecte su televisor. Abra una revista. Salga a la calle. Vaya al cine. Entre en una tienda de ropa.
¿Qué veré? Mire donde mire, ¡ahí está! Mire a su alrededor y la verá.
No la veo. Estamos tan empapados de esa dictadura, nos tiene tan poseídos, la tenemos tan cerca e interiorizada…, que por eso no acabamos de ser conscientes de su persistencia.
Ayúdeme a ser consciente. Fíjese bien y se dará cuenta: ¿qué tipo de mujer están mostrándole cada día de su vida las televisiones, las películas, los anuncios de lo que sea, los reportajes de moda…?
Mujeres guapas. En concreto, un determinado patrón de belleza femenina, la del tipo Barbie, ya sabe…
Ya, las modelos de pasarela… Lo de las modelos, las top-model, demuestra que sólo diez cuerpos de mujer son espejo ¡para 3.000 millones de mujeres! Diez supermodelos representan a la mitad de la humanidad; es decir, a mujeres de todas las edades, etnias, fisonomías, colores… ¡Es una locura, no es lógico, y las consecuencias son tremebundas!
¿Qué consecuencias? Una masacre psíquica. Las mujeres del planeta acaban prisioneras de esa gran dictadura de la belleza. Lo refleja una rigurosa encuesta: sólo un 3% de las mujeres del mundo se siente a gusto con su cuerpo.
¡Son muy poquitas! ¡Esa es la tragedia! Son tan poquitas las mujeres del planeta que no ven deformidades o defectos en su cuerpo… Es una aberración. Otro ejemplo: ¡el 46% de las mujeres del mundo rechaza su tripa! ¿Es esto normal? ¿No le parece una monstruosidad?
Sí, pero… Otro ejemplo: las mujeres chinas y japonesas ansían operarse sus naturales ojos orientales para tenerlos redondos como las occidentales. Y las mujeres occidentales ansían ser muchachitas etéreas…, y así sin parar.
Total, que parece que pocas mujeres están conformes con lo que tienen… Seiscientos millones de mujeres viven prisioneras en su propia mazmorra psíquica (bulimia, anorexia, desarreglos alimentarios…), esclavas de la dictadura de la belleza. O viven desgraciadas o acaban muriendo. ¡Es una masacre mundial!
De acuerdo, pero no me hará renegar de la belleza, no me hará condenarla… Es que no se trata de condenar la belleza, desde luego que no. De lo que se trata es de no someterla a un reduccionismo ridículo, a un patrón limitadísimo, encorsetado.
¿Cómo concibe usted la belleza, pues? La belleza no son diez mujeres. La belleza está por todas partes. La belleza está en todas las mujeres. Se trata de limpiar la mirada, de adiestrarla para verla.
Guíeme para ver la belleza. Está a su alrededor, está en cada detalle. En cada detalle de un cuerpo. En todos los cuerpos. En cada persona. Cada persona es singular, única: bella. Cada mujer debe aprender a enamorarse de lo que tiene, de lo que es. Todos deberíamos aprender a prendarnos de nosotros mismos.
Y no de patrones externos. ¡Esa es la revolución de las mujeres que promuevo! Hoy, el 70% de las mujeres se arregla para la mirada de las otras mujeres. Cuando la mujer aprenda a mirarse a sí misma, será libre y gozará plenamente de su vida. Siempre se lo digo a toda mujer: ¡enamórate de ti misma!
¿Y lo ve fácil? ¿Es optimista? No, no es nada sencillo. Por eso propongo la figura de Jesús. Creo que Jesucristo puede inspirar esta revolución: ¡Jesús es el auténtico gurú que puede incitar a la mujer a ser autónoma y libre!
¿Jesús? ¡Por qué? No hizo jamás distingo alguno entre hombres y mujeres, y eso es revolucionario. Y dignificó, acogió y defendió a todas las mujeres, pese a ser tildadas de lo peor, ¡de prostitutas! Jesús es el ejemplo para todos: nunca nadie tan grande se hizo tan pequeño para hacer grandes a los pequeños.
¿Y cómo lucha usted contra la dictadura de la belleza? Ejercito la mirada: miro una nube, miro el jardín por el que paso al ir al trabajo, miro un tallo de hierba, miro una gota de rocío… ¡Qué bellos son! Me doy cuenta de que estamos rodeados de belleza.
También las supermodelos son bellas. De acuerdo, se lo acepto, pero si me acepta que ni sólo ellas ni sólo lo físico es bello: ¡lo son más la inteligencia y la bondad! Sobrevaloramos la belleza física. Eso les enseño a mis hijas: que superen modelos limitadores.
¿Qué más enseña a sus hijas? Que una lluvia de ideas perturbadoras está sometiendo a la humanidad: «No valgo, soy poca cosa, estoy por debajo, soy menos, no puedo, no llego, soy fea…». ¡Basta de eso!
¿Cómo les enseña a combatirlas? Si sometes a crítica cada idea perturbadora que llegue a tu mente durante los primeros cinco segundos, ¡la neutralizas!: mantente alerta, duda de todo… ¡y serás libre!

Libro

La dictadura de la belleza y la revolución de las mujeres

Vivir en el ahora : ¿ cómo empiezo?

ECKHART TOLLE: «VIVIMOS ATRAPADOS ENTRE EL PASADO Y EL FUTURO»

Tiene 60 años, natural de Alemania pero vive en Vancouver (Canadá). Estudió filosofía y letras. Ha escrito los best Sellers: “El poder del Ahora” y “Un Nuevo Mundo, Ahora”, que lo ha hecho mundialmente famoso. No quiere convertirse como un nuevo gurú mundial sino como una mano que tiende una ayuda a los hombres a pensar con claridad.

“Dicen que el 98% de los pensamientos cotidianos son repeticiones de pensamientos anteriores. Dentro de la mente hay una voz que constantemente habla. La mayoría de la gente se ha identificado con esa voz, cree que ella es esa voz.
Pero no somos sólo eso, existe un yo superficial y un yo más profundo. Nos identificamos con el pasado y nos proyectamos en el futuro. Nuestra mente busca la realización en el momento próximo: dentro de una hora, un mes o dos años. Vivimos tratando de llegar al momento siguiente, y eso se ha convertido en un patrón mental que nos hace vivir en un estado perpetuo de insatisfacción, porque no realizamos lo más importante que hay en la vida, que es el momento presente.

¿Cómo cambiar este patrón mental?
El primer paso es tomar consciencia de que hay una voz en mi mente que es en realidad un antiguo pensamiento que se repite. El segundo paso es hacerse más consciente de nuestra relación con el momento presente; es decir, preguntarse muchas veces al día cual es mi relación con el momento presente. La vida y el momento presente son lo mismo, no aceptarlo es estar en contra de la vida.
Los pensamientos crean emociones, emociones que a su vez refuerzan viejos dolores emocionales. Pero si estás presente, el cuerpo dolor, como el lo llama, no puede utilizar tus pensamientos. Sabes que sientes frustración o rabia, pero no te identificas con ello.
Por medio de los pensamientos yo me interpreto a mí mismo, me nombro mi vida como buena o mala, defino mi existencia por medio de las palabras. La política, la economía y las estructuras sociales son un reflejo de la conciencia del individuo. La conciencia humana está cambiando. Estamos delante del amanecer de un Nuevo Mundo regido por un cambio en la conciencia.

Sigue este enlace para ver la fuente «deretornoacasa» y vídeos de Echart Tolle

ECKHART TOLLE: VIVIMOS ATRAPADOS ENTRE EL PASADO Y EL FUTURO.

Practica desde hoy Ho’oponopono, técnica de Liberación Siéntete más liger@

Ho’oponopono en Haiwaiano significa «corregir un error».

Esta técnica sirve para liberar desde la mente creencias mentales invalidantes en nuestro subconsciente, de alguna forma sacar desde la oscuridad desde lo no oído ni percibido, a la luz, al consciente.

Los antiguos chamanes de Hawaii lo utilizaban para arreglar problemas familiares. Se Trata de un método muy sencillo pero realmente eficaz para  cambiar los pensamientos que nos limitan. Nuestro Universo está creado por nuestros pensamientos y los pensamientos vienen de lo que creemos, o sea que todo lo que vemos en el mundo de la forma es el resultado de todo lo que pensamos.Este sistema parte del principio de que somos 100% responsables de todo lo que vemos y existe en nuestro Universo.

Hay muchas maneras de utilizar esta técnica: siempre que la responsabilidad, el amor y el perdón sean protagonistas estamos realizando Ho’oponopono. Pero aquí podéis ver un protocolo concreto propuesto por Luis Romance, de Salut i Creixement.

Establece e investiga el problema o situación

Declara, en voz alta o baja, que vas a realizar un proceso de Ho’oponopono. Establece cuál es el problema o situación sobre la que quieres trabajar. Pide la colaboración de la mente subconsciente y de la mente supraconsciente. Investiga tu relación con ese problema o situación con este tipo de preguntas:

  • ¿Qué hay en mí que puede causar o estar relacionado con esta situación o problema?
  • ¿Qué memorias están relacionadas?
  • ¿Qué patrones y conductas repito?
  • ¿Cómo me comporto en el problema o situación? ¿Cómo lo resuelvo?
  • ¿Qué pienso del asunto?
  • ¿Cómo me siento acerca del asunto? ¿Hay rabia, miedo, culpa… relacionados?
  • ¿Qué puedo hacer para mejorar la situación?

Apunta todos tus descubrimientos en una libreta. Date cuenta de tus conductas a nivel mental, emocional o de actitud.

Actitudes para el Ho’oponopono

Siempre que hagas Ho’oponopono debes considerar, a cada momento, estos aspectos:

  • Inspiración: mientras reflexionas o haces la limpieza, siempre debes estar abierto a escuchar la información que te proporciona la inspiración. A lo mejor te viene un recuerdo a la memoria, una asociación emocional, la consciencia de un patrón de conducta que repites, algo que has deseado a menudo. Mucha de esta información estará al alcance de tu consciente al plantear el problema, pero otra mucha aflorará como inspiración durante el proceso.
  • Arrepentimiento: Toma la responsabilidad de haber aceptado y/o generado una serie de patrones, de creencias, de memorias y de asociaciones emocionales. Toma la responsabilidad que has tenido en mantenerlas, y la que tienes en transformarlas. Se consciente de que todo lo que hay en tu vida es creado a través de tus memorias. Nada en tu realidad es incompatible con ellas. Siempre que tengas consciencia de alguna memoria, patrón o conducta no acertada debes entender que no debiste hacerlo (aunque todos tenemos derechos a equivocarnos), hasta el punto de decidir que nunca volverías ni volverás a repetirla. Escoge otra conducta mejor o el método para aprender a comportarte mejor.
  • Reparación: Siempre que te das cuenta de una acción, de una manera de pensar o sentir incorrecta debes corregir el error desde tu mente consciente. Si causaste daño, reconoce tu error, abandona las excusas, pide perdón e intenta reparar el daño. Si tu manera de actuar, sentir y pensar no son las mejores, escribe cómo te gustaría hacerlo. Busca la manera de aprender a hacerlo mejor. Si te das cuenta de una conducta errónea, de una manera de pensar o sentir que tienes que mejorar y, como mente consciente, decides no hacer nada (es decir, continuar con el error) y simplemente repetir frases y oraciones para que la divinidad interna lo cambie todo no pasa nada (nunca te va a obligar a un cambio es escoges persistir). Así que decide que cambios harás, que conductas aprenderás, cómo pedirás perdón…
  • Equilibrio: confía en el proceso, confía en los Yo básico y superior también están trabajando y haciendo su parte. Si la mente consciente tiene su colaboración, podrás transformar tus conductas, patrones y creencias con mucha más facilidad. Tienes que estar dispuesto a perdonar y liberar. Renuncia a exigir una reparación si todavía te sientes dañado ya que si esperas sigues ligado al problema en lugar de liberarte.

Paso 1: Relajación y respiración Ha

Ahora vas a empezar la limpieza propiamente. Busca una posición cómoda, usa un método de relajación, haz una carga energética (te recomiendo usar la respiración Ha tal como nos enseña Morrnah). Ya estás listo para liberarte.

Paso 2: Dialogo con las mentes para pedir Ho’oponopono

Realiza estos pasos:

  1. 1)Toma consciencia de que la mente consciente aceptó o creó una memoria almacenada en la mente subconsciente, y que está memoria es la fuente creadora de una situación pasada, presente o futura. Recuerda que la mente consciente no puede nunca conocer plenamente estas memorias.
  2. 2)Pide a la mente subconsciente, con amor y humildad, que eleve la petición de limpiar a la Divinidad Interna, con la carga de energía vital construida con la respiración.
  3. 3)Ahora sabes que la mente supraconsciente ha sido invitada, que participa en el proceso, que evalúa las memorias, que puede enviarte inspiraciones.
  4. 4)Permanece abierto al cambio, al flujo de energía sanadora, al borrado de memorias y a la inspiración.

Paso 3: Cambio de visión

Siempre que te quedes encallado en el proceso prueba con lo siguiente:

  • Habla con las cosas y las partes del cuerpo. Agradéceles su participación en tu vida. Especialmente si también sufren para dar respuesta a tus memorias.
  • Considera que las personas son seres de luz perfectos que están dispuestos a sufrir, generar sufrimiento y hacer cosas incorrectas y a veces absurdas, sólo porque unas memorias tuyas tienen que transformarse en tu realidad.
  • Pide perdón a las cosas y personas por los guiones que has creado para ellos. Expresa tu deseo de cambiar tus patrones y la convicción de que es posible. Escucha otra vez la inspiración.
  • Pide que se produzca el aprendizaje para la transformación de estas memorias. Libera para poder quedar liberado. Renuncia a las memorias para que el mundo, las personas y las cosas puedan mostrarte su perfección.

Paso 4: Mantén la atención con las 4 frases

Cuanto más rato dure la práctica mejor. Después de todo lo anterior resulta interesante mantener la atención de la mente consciente en el proceso sin que esté haciendo nada más que estar presente (ni pensar, ni evaluar, ni valorar el problema). Así que ponla a repetir las cuatro frases, e intenta que tengan sentido y que conecte con la responsabilidad, el cambio, el amor y el agradecimiento. Repite con el orden que te parezca, insiste con una y luego otra o haz las cuatro seguidas:

  • Lo siento
  • Pido perdón
  • Te amo
  • Gracias

Otra opción es repetir como una letanía la oración de Morrnah. O incluso, si ya has conectado con ellas, las palabras gatillo.

Paso 5: Cierra el proceso con agradecimiento

Para finalizar, da las gracias a la mente subconsciente y supraconsciente. Date las gracias como mente consciente. Agradece la participación, la comunicación, el trabajo, la limpieza y el resultado sea el que sea. Confía en que la divinidad interna traerá lo mejor para ti (especialmente si sigues trabajando y borrando). Escucha la inspiración o si surge alguna perspectiva nueva sobre la situación. Da por cerrada la práctica por hoy, declarándolo en voz alta o baja, con un sentimiento de perdón, amor y agradecimiento.

Repite este proceso varias veces.

De esta manera vas borrando memorias progresivamente, vas mejorando tu actitud, te liberas de culpas y resentimiento de manera gradual. Todo esto va a facilitar una cada vez mejor comunicación entre los tres aspectos del Yo, en relación al problema. Así, cada vez que practiques Ho’oponopono para solucionar un problema o en relación a alguna situación, tendrás más oportunidades de alcanzar toda la información y limpiar más profundamente tomando más consciencia de tus memorias, de la inspiración y de las conductas que debes cambiar.

Ho’oponopono en situaciones cotidianas

El trabajo anterior resulta imprescindible, y como ya hemos dicho hay que repetirlo en varias ocasiones. Pero existe la posibilidad de reforzarlo durante los momentos cotidianos, en cualquier momento y lugar. Es especialmente importante cuando la mente empieza a divagar (paseándose por las memorias reforzándolas) o darle vueltas al problema/situación.

  • Toma consciencia del problema, el análisis ya lo has hecho y profundizarás en otro momento.
  • Declara interiormente que empezarás el proceso.
  • Busca una manera de relajarte y haz algún sistema de respiración energizadora.
  • Mantén el dialogo con las tres mentes pidiendo limpieza.
  • Repite las 4 frases o las oraciones.
  • Escucha en todo momento la inspiración que pueda surgir.
  • Conecta con una sensación de amor, perdón y agradecimiento, creando una carga positiva mientras dura la práctica.
  • Puede que te distraigas o tengas que atender algo que ocurre en tu entorno. Simplemente vuelve a la situación, y continúa con las frases u oraciones.
  • Cuando quieras acabar, agradece la participación de las tres mentes y establece que la práctica ya terminó por el momento.

Fuentes :

http://www.saluticreixement.com/

http://www.cuantona.com/Hoponopono.html

«Ocho semanas de meditación pueden cambiar el cerebro-Las áreas de materia gris relacionadas con la memoria, la empatía y el estrés se transforman de forma considerable»- Artículo ABC

No lo dice un grupo «new age», ni unos amantes de la pseudociencia o de la falsa espiritualidad, sino un equipo de psiquiatras liderado por el Hospital General de Massachusetts, que ha realizado el primer estudio que documenta cómo ejercitar la meditación puede afectar al cerebro. Según sus conclusiones, publicadas en Psychiatry Research, la práctica de un programa de meditación durante ocho semanas puede provocar considerables cambios en las regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la autoconciencia, la empatía y el estrés. Es decir, que algo considerado espiritual, nos transforma físicamente y puede mejorar nuestro bienestar y nuestra salud.

«Aunque la práctica de la meditación está asociada a una sensación de tranquilidad y relajación física, los médicos han afirmado durante mucho tiempo que la meditación también proporciona beneficios cognitivos y psicológicos que persisten durante todo el día», explica la psiquiatra Sara Lazar, autora principal del estudio. «La nueva investigación demuestra que los cambios en la estructura del cerebro pueden estar detrás de esos beneficios demostrados, y que la gente no se siente mejor solo porque se han relajado», apunta.

Lazar ya había realizado estudios previos en los que había encontrado diferencias estructurales entre los cerebros de los profesionales de la meditación, con experiencia en este tipo de prácticas, y los individuos sin antecedentes, como, por ejemplo, un mayor grosor de la corteza cerebral en áreas asociadas con la atención y la integración emocional. Pero entonces la investigadora no pudo confirmar si este proceso había sido fruto de, simplemente, haber pasado unos ratos de reflexión.

Conciencia sin prejuicios

Para el estudio actual, los científicos tomaron imágenes por resonancia magnética de la estructura cerebral de 16 voluntarios dos semanas antes y después de realizar un curso de meditación de ocho semanas, un programa para reducir el estrés coordinado por la Universidad de Massachusetts.  Además de las reuniones semanales, que incluían la práctica de la meditación consciente, que se centra en la conciencia sin prejuicios de sensaciones y sentimientos, los voluntarios recibieron unas grabaciones de audio para seguir con sus cavilaciones en casa.

Los participantes en el grupo de meditación pasaron 27 minutos cada día practicando estos ejercicios. Sus respuestas a un cuestionario médico señalaban mejoras significativas en comparación con las respuestas antes del curso. El análisis de las imágenes por resonancia magnética encontró un incremento de la densidad de materia gris en el hipocampo, una zona del cerebro importante para el aprendizaje y la memoria, y en estructuras asociadas a la autoconciencia, la compasión y la introspección. Además, se descubrió una disminución de la materia gris en la amígdala cerebral, un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales, lo que está relacionado con una disminución el estrés. Ninguno de estos cambios  fueron observados en el grupo de control formado por otros voluntarios, lo que demuestra que no fueron resultado solo del paso del tiempo.

«Es fascinante ver la plasticidad del cerebro y cómo, mediante la práctica de la meditación, podemos jugar un papel activo en el cambio del cerebro y puede aumentar nuestro bienestar y calidad de vida», dice Britta Hölzel, autora principal del estudio. El hallazgo abre las puertas a nuevas terapias para pacientes que sufren problemas graves de estrés, como los que soportan un agudo estrés post-traumático tras una mala experiencia.