Como ya intuirás, los niños son grandes personas ya que viven el presente de forma ejemplar. Recuerdo de pequeña que pasar de tener 5 años a 6 años era demasiado largo, se me hacía eterno. Pronto cumpliré 35 y por fin ha pasado «tiempo» desde mis 34… Vivir en el presente te permite conectar con infinidad de herramientas que llevas ya en ti y para ello se necesita priorizar nuestro «tiempo interior». Lo llamo así ya que es el tiempo sin tiempo, dedicado a uno mismo, a aquietar nuestra mente parlanchina y a mirar de frente el miedo y así conectar con la paz que emana de nuestro interior.
Mi hija,me enseña cada día algo nuevo. Hace una semana me pidió un hámster, quiere una mascota desde los 3 años. Le encantan los animales como a muchos ( o todos) los niños. Bien, yo ,por gustarme me gustan los perros, los gatos , vamos bichos en general que midan más que un llavero. Le dije que no, que ni iba a comprar un «bicho de esos» ( palabras literales), que si me lo regalaban tampoco y que no iba a poder ser por ahora. Me contestó que tenía muchas ganas de tenerlo. Ayer noche, mi chico se encontró a un hámster perdido o abandonado- (ojo!no era ni comprado, ni regalado). Mi hija al verlo esta mañana, se emocionó y me dijo : «Yo pensaba siempre en que iba a tener una mascota, pensaba «SI» todo el rato, y mira mamá, lo hemos encontrado, ha sido gratis y al final lo tenemos en casa.Soy una maga!! »
Si es eso mismo para mi ,magia, unos lo llamarán suerte, otros coincidencia, casualidad, milagro, sincronicidad…bueno mi hija me ha demostrado que cuando uno cree está CREANDO.
Deepak Chopra : neuroendocrinólogo y uno de los responsables de la difusión de la medicina ayurvédica en occidente explica de una manera sencilla y práctica el ” fenómeno de la sincronicidad ” .
Extracto de Deepak Chopra sobre Milagros en el mundo real
Milagros en el mundo real
Los milagros son un fenómeno real. En todas las tradiciones se habla de milagros, pero cada una utiliza un lenguaje diferente. Decimos que un suceso es milagroso cuando el resultado deseado se manifiesta de manera sorprendente: queremos sanar de una terrible enfermedad, adquirir riquezas materiales o hallar nuestro objetivo. Cuando esto sucede, decimos que es milagroso. Alguien tiene una intención, un deseo o un pensamiento y entonces eso ocurre. Un milagro es un ejemplo dramático de lo que pasa cuando una persona es capaz de aprovechar el ámbito espiritual, y de aplicar una intención para manifestar su destino. Déjame darte un ejemplo de una notable coincidencia. David estaba enamorado de una mujer llamada Joanna. El la amaba profundamente, pero no estaba seguro de querer comprometerse y casarse. Finalmente, decidió que la llevaría a un parque y que ahí se le declararía. Todavía recelaba del compromiso, pero esa mañana, al despertar, se sintió invadido por una sensación de paz, de que todo estaría bien. David extendió el mantel sobre el pasto y mientras reunía el valor para formular la pregunta, pasó sobre ellos un avión con un cartel publicitario. Joanna volteó a verlo y preguntó: «¿Qué dirá el letrero?» Sin pensarlo, David contestó: «Dice: ‘Joanna, ¿quieres casarte conmigo?’» Ambos miraron con más cuidado y en efecto el letrero decía: «Joanna, ¿quieres casarte conmigo?» Ella se echó en sus brazos, se besaron y, en ese momento, David supo que casarse con ella era lo mejor que podía hacer. Al día siguiente leyeron en el periódico que otra persona se había declarado a su novia Joanna con un letrero en el parque; el avión pasó en el momento justo para David. Esta notable coincidencia fue una pista, un milagro, que le indicaba a David su futuro. Ellos siguen felizmente casados hasta ahora.
Las personas que no se interesan en la espiritualidad atribuyen esta clase de sucesos a la suerte. Creo que la suerte, al menos como normalmente la entendemos, no tiene nada que ver con esto. Lo que la mayoría llama suerte no es nada más ni nada menos que la aplicación de la sincronicidad en el cumplimento de nuestras intenciones. Luis Pasteur, el científico que descubrió que los microbios pueden provocar enfermedades, afirmó: «El azar favorece a la mente preparada». Esto puede trasladarse a una sencilla ecuación: «Oportunidad + Preparación = Buena suerte». A través de las lecciones del sincrodestino, es perfectamente posible adoptar un estado de ánimo que permita ver que en la vida existen momentos oportunos y que cuando los identificamos y aprovechamos, pueden cambiar todo. «Suerte» es la palabra que utilizamos en el mundo moderno para nombrar lo milagroso.
Si quieres leer al completo el Artículo de Deepak Chopra
Sincronicidad : La función de las coincidencias por Deepak Chopra http://deretornoacasa.wordpress.com/2012/05/02/sincronicidad-la-funcion-de-las-coincidencias-por-deepak-chopra/