Psiconeuroinmunología: Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestra

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«Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretacion de la realidad».   Entrevista al Dr. Mario Alonso Puig, Médico Especialista en Cirugía General y … Sigue leyendo

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Cetana estará en BIOCULTURA junto a» Luz de Paz «Barcelona del 8 al 11 mayo

Hola a todos y todas! Tengo el inmenso placer y alegría de anunciarte que estaré en la próxima edición de Biocultura Barcelona en el Palau sant Jordi junto a otros colaboradores del centro de Terapias y yoga Luz de Paz. … Sigue leyendo

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¿ Porqué utilizar la Kinesiología?

¿Porqué utilizar la kinesiología?

Modificar nuestras creencias negativas en positivas en nuestro inconsciente, nos provoca un cambio en nuestros pensamientos, éstos se convierten a su vez en positivos, es decir en revelar nuestra autenticidad, nuestra esencia, el Ser nosotros mismos.
Esta foto nos ilustra que el pensamiento es el comienzo con el que proyectamos nuestra vida.

Utilicemos éste a nuestro favor.

niño pensando , cetana

A través de mi experiencia en el mundo del Quiromasaje y Aromaterapia desde 1999, se fueron abriendo puertas, la de las emociones que habitan en nuestro cuerpo. La Kinesiología es la llave que permite que esas puertas queden abiertas y liberadas y nos permite entender mejor tanto nuestro cuerpo como nuestras emociones. Cuando sientes dolor puedes bien taparlo o no querer saber los motivos, simplemente quieres que ese dolor se vaya cuanto antes. Cuando ese dolor es repetitivo y constante puedes decidir seguir callándolo  o bien descubrir una información para tu crecimiento personal. La kinesiología global y emocional trata de que aprendas sobre ti gracias a tu cuerpo. Cuando nos desequilibramos, físicamente o bien anímicamente es que estamos en un obstáculo de nuestro camino de vida. Este obstáculo puede ser grande o pequeño,doloroso o molesto; eso sí siempre será una oportunidad si nosotros queremos que así lo sea.
¿Oportunidad ?¿para qué? Para conocernos mejor, para tratar de encontrar las respuestas en nosotros y no en los demás. Para ser más libres y flexibles. Para nuestra auto estima. Para crear desde nuestro Ser, nuevas relaciones, que nos nutran, nuevas creencias que nos liberen la mente de patrones de pensamientos que nos boicotean la existencia. El cuerpo es un maravilloso espejo de nuestras creencias y emociones. El valor de mirarnos en él, es el motor para lograr los cambios que queremos en nuestra vida y en nuestra salud.
» Creciendo desde el interior tu salud echa nuevas raíces»
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La Resilencia, alquimia emocional parte 3, Patricia

Cuan asombrosa es nuestra capacidad de superarnos. Os voy a contar mi historia sobre el descubrimientos de esta capacidad psicológica a través de tres historias, de tres vidas difíciles. No es un cuento, es tan solo un relato de vidas simples, duras , para mi durísimas y que han transitado y vivido traumas, dolor, angustia, duelo, abandono. Y os hablaré de ellas, de tres mujeres, inventaré sus nombres a pesar de que ellas saben quienes son: Laura , María, Patricia.

Parte 3: cuando el plomo se transformó en oro.

Patricia nació en 1933 en lo que llamaríamos hoy una familia monoparental de una madre de 45 años de edad.

En aquellos tiempos, en el norte de España no daban facilidades a las hijas nacidas de madres solteras, más bien lo contrario. Esa niña creció como pudo ,sin estructura sólida emocional ya que además de estar sin su padre, su madre no tuvo más opción que darle a criar a otra familia que habitaba a unos 100 km de su pueblo. Allí pasó según ella unos años maravillosos ya que a pesar de ser la Reina ( es decir que no era hija de los que la acogían) tenía  todo lo que necesitaba: se sentía querida. Hasta los 6 años estuvo viviendo con esa pareja y sus hijos. Desde entonces no volvió a sentir el calor de una familia hasta crear la suya.

Su madre la reclamó y pasó dos años en un orfanato y a los 8 años empezó a vivir con su madre ya que la necesitaba para trabajar para ella . A los 12 años volvió al orfanato esta vez para trabajar. Ella se hacía cargo de  los bebés que abandonaban, junto a otras niñas de su edad. Muchos de estos bebés llegaban ya enfermos y por desgracia muchos se murieron entre sus brazos. Los acompañaba abrazándolos y acunándolos para que se fueran con Amor.

Y tantas otras heridas que le hicieron en su corazón…., tantos rechazos de su propia familia, despreciada por su madre desde su nacimiento, oyendo que ojalá nunca hubiera nacido, tanta soledad, tantísimas circunstancias que podrían haber hecho caer a Patricia en un lado sin luz ni esperanzas, haber hecho que su corazón nunca pudiera amar.

Esos primeros años de abandono para Patricia donde recibió  Amor, estoy convencida de que la salvaron, ya que lo que vivió podría haber marchitado cualquier demostración de cariño por su parte hacia los demás.

Su vida siguió, se casó tuvo 3 hijos y dice que lo mejor de su vida son ellos.

Una vez le pregunté: ¿ cómo hiciste para criar a tus hijos sin tener a una madre modélica?

Y me contestó :

«Lo único que quería en esta vida es ser madre y rezaba para que fueran sanos y que me dieran fuerzas para darles todo lo que no tuve yo.»

Y así fue, les proporcionó  estudios, atención, los cuidó, los educó, les dio y les sigue dando mucha alegría, y lo más importante los lleno de Amor. Les repitió en más de una ocasión que tuvo hijos para que estuvieran en el Mundo, no para ella.

Gracias por tanto, por tanta Luz y  Esperanza, por tanto Amor.

La experiencia de la muerte a través de un neurocirujano

Hoy me topé de «causalidad» con este escrito y viniendo estas fechas navideñas donde tus seres queridos que ya no forman parte de tu vida porque emprendieron -como me  gusta llamarlo – su «último viaje», es más que reconfortante leer unas palabras así. Para los incrédulos no os pienso convencer, tan solo me dirijo a las personas que tengan curiosidad independientemente de su credo y religión, crédulo e incrédulos  a la par, todos estáis bienvenidos a leerlo.

Para que las Navidades de todos aquellos que han perdido a alguien sean un poco más dulces,

Un abrazo, Anna

La experiencia de un neurocirujano en el más allá

Nos lo acaba de enviar el doctor Jorge Carvajal y ha sido publicado, nada más ni nada menos, que en la prestigiosa revista “Newsweek”. Se abren las puertas de los misterios. Nuevas y reveladoras realidades comienzan a calar nuestras mentes, también las de los más escépticos. Gracias al Cielo, el velo se levanta poco a poco… Un neurocirujano viene del más allá y nos narra su experiencia…

La famosa revista Newsweek sorprendió a muchos en su edición de Octubre 2012 con una portada y un titular impactante: “El cielo es real – La experiencia de un Doctor en el más allá”. La revista publica un artículo escrito por un prestigioso neurocirujano estadounidense que luego de haber vivido una Experiencia Cercana a la Muerte (ECM), asegura haber visto y viajado al más allá. Presentamos a continuación la traducción completa de la nota de Newsweek.

Como neurocirujano, yo no creía en el fenómeno de las experiencias cercanas a la muerte. Hijo de un neurocirujano, crecí en un mundo científico. He seguido el camino de mi padre y me convertí en un neurocirujano académico, enseñando en Harvard Medical School y otras universidades. Entiendo lo que ocurre en el cerebro cuando las personas están a punto de morir, y siempre había creído que había una buena explicación científica para los viajes celestiales fuera del cuerpo, descritos por aquellos que escapaban a la muerte por poco. El cerebro es un mecanismo sorprendentemente sofisticado pero extremadamente delicado. Si se reduce la cantidad de oxígeno que recibe, así sea la cantidad más pequeña, este reaccionará. No era una gran sorpresa que las personas que habían sufrido un traumatismo grave regresaran de sus experiencias con historias extrañas. Pero eso no significaba que habían viajado a algún lugar real.

Aunque me consideraba un creyente cristiano, era más de título que de creencia real. No me molestaban los que querían creer que Jesús era más que simplemente un buen hombre que había sufrido a manos del mundo. Simpatizaba profundamente con aquellos que querían creer que había un Dios en alguna parte ahí fuera que nos amaba incondicionalmente. De hecho, envidiaba a esas personas la seguridad que esas creencias sin duda les proporcionaban. Pero como científico, simplemente creía que era incorrecto creer en eso. En el otoño de 2008, sin embargo, después de siete días en un estado de coma en el que se inactivó la parte humana de mi cerebro, el neocórtex, experimenté algo tan profundo que me dio una razón científica para creer en la conciencia después de la muerte.

Se cómo pronunciamientos como el mío les suenan a los escépticos, así que voy a contar mi historia con la lógica y el lenguaje del científico que soy. Muy temprano por la mañana, hace cuatro años, me desperté con un dolor de cabeza muy intenso. En cuestión de horas, mi corteza entera – toda la parte del cerebro que controla el pensamiento y la emoción, y que en esencia que nos hace humanos – se había apagado. Los médicos del Hospital General de Lynchburg en Virginia, un hospital donde yo mismo trabajaba como neurocirujano, determinaron que de alguna manera había contraído una meningitis bacteriana muy poco frecuente que ataca sobre todo a los recién nacidos. Bacterias de e. coli habían penetrado en mi líquido cefalorraquídeo y estaban comiendo mi cerebro.

Cuando entré en la sala de emergencias aquella mañana, mis posibilidades de supervivencia en algo más que un estado vegetativo ya eran bajas. Pronto estas posibilidades cayeron a casi nulas. Durante siete días estuve en un coma profundo, mi cuerpo sin respuestas, mis funciones cerebrales superiores totalmente fuera de línea. Luego, en la mañana de mi séptimo día en el hospital, mientras mis médicos consideraban si se suspendía el tratamiento, mis ojos se abrieron de golpe.

No hay una explicación científica para el hecho de que mientras mi cuerpo estaba en estado de coma, mi mente – mi conciencia, mi yo interior – estaba viva y bien. Mientras las neuronas de mi corteza cerebral fueron aturdidas hasta su total inactividad por las bacterias que las habían atacado, mi conciencia liberada del cerebro había viajado a una diferente y mayor dimensión del universo: una dimensión que nunca había soñado que podía existir, y que mi viejo yo previo al coma hubiera estado más que feliz explicando que se trataba de una simple imposibilidad.

Pero esa dimensión, a grandes rasgos, la misma que describen incontables personas que han vivido experiencias cercanas a la muerte u otros estados místicos, está allí. Existe, y lo que vi y aprendí allí me ha puesto literalmente en un mundo nuevo: un mundo en el que somos mucho más que nuestros cerebros y cuerpos, y donde la muerte no es el final de la conciencia, sino más bien un capítulo de un vasto e incalculablemente positivo viaje. No soy la primera persona en tener evidencia de que la conciencia existe más allá del cuerpo. Breves y maravillosos destellos de este reino son tan antiguos como la historia humana. Pero hasta donde yo sé, nadie antes que yo haya viajado alguna vez a esta dimensión (a), mientras su corteza estaba completamente apagada, y (b), mientras que su cuerpo estaba bajo observación médica al minuto, como lo estuvo mi cuerpo durante los siete días completos de mi estado de coma.

Todos los argumentos principales en contra de las experiencias cercanas a la muerte sugieren que estas experiencias son el resultado de un mínimo, transitorio, o parcial mal funcionamiento de la corteza cerebral. Sin embargo, mi experiencia cercana a la muerte no tuvo lugar mientras mi corteza estaba funcionando mal, sino mientras estaba simplemente apagada. Esto se desprende claramente de la gravedad y la duración de mi meningitis, y de la complicación cortical global documentada por los escaneos TC y exámenes neurológicos. Según el conocimiento médico actual sobre el cerebro y la mente, no hay absolutamente ninguna manera de que yo pudiera haber experimentado ni siquiera una conciencia débil y limitada durante mi tiempo en el estado de coma, y mucho menos la odisea híper vívida y completamente coherente que experimenté.

Me tomó meses aceptar lo que me pasó. No sólo la imposibilidad médica de que había estado consciente durante mi coma, pero más importante aún, las cosas que sucedieron durante ese tiempo. Hacia el comienzo de mi aventura, yo estaba en un lugar de nubes. Grandes, esponjosas, de color rosa-blanco, que se presentaron nítidamente en contraste con el profundo cielo negro-azul.

Más alto que las nubes, inconmensurablemente más alto, una multitud de seres transparentes y brillantes se movían trazando arcos por el cielo, dejando largos trazos como serpentinas detrás de ellos. ¿Pájaros? ¿Ángeles? Estas palabras las registré más tarde, cuando estaba escribiendo mis recuerdos. Pero ninguna de estas palabras hace justicia a estos seres, que eran, sencillamente, diferentes a todo lo que he conocido en este planeta. Eran más avanzados. Formas superiores.

Un sonido, enorme y retumbante como un canto glorioso, descendió desde lo alto, y me pregunté si los seres alados lo estaban produciendo. Nuevamente, pensando en ello más tarde, se me ocurrió que la alegría de estas criaturas mientras volaban alto era tal, que tenían que emitir este sonido, y que si la alegría no salía de ellos de esta manera entonces simplemente no serían capaces de contenerla. El sonido era palpable y casi material, como una lluvia que se puede sentir en tu piel, pero que no te moja.

Ver y escuchar no estaban separados en este lugar donde ahora estaba. Podía escuchar la belleza visual de los cuerpos plateados de esos seres brillantes que estaban arriba, y pude ver la perfección creciente, alegre de lo que cantaban. Parecía que no se podía ver o escuchar ninguna cosa en este mundo sin volverse parte de ella, sin unirse con ello de alguna forma misteriosa. Una vez más, desde mi perspectiva presente, me permito sugerir que no se podría mirar “hacia” nada en ese mundo en absoluto, porque la palabra “hacia” en sí misma implica una separación que allí no existía. Cada cosa era distinta, pero cada cosa era también una parte de todo lo demás, al igual que los diseños ricos y entremezclados en una alfombra persa … o en el ala de una mariposa.

Se vuelve más extraño aún. Durante la mayor parte de mi viaje, alguien más estaba conmigo. Una mujer. Ella era joven, y me acuerdo de cómo era en detalle. Tenía los pómulos altos y ojos profundamente azules. Trenzas doradas enmarcaban su hermoso rostro. La primera vez que la vi, estábamos juntos cabalgando sobre una superficie con un intrincado patrón, que después de un momento me di cuenta que era el ala de una mariposa. De hecho, millones de mariposas estaban alrededor de nosotros, enormes y agitadas olas de ellas, que se zambullían en un bosque y volvían de nuevo a nuestro alrededor. Era un río de vida y color, moviéndose a través del aire. La vestimenta de la mujer era simple, como la de un campesino, pero sus colores en polvo azul, índigo y pastel de naranja-durazno tenían la misma abrumadora y súper vívida vitalidad que todo lo demás. Ella me miró con una mirada que, si la vieras durante cinco segundos, haría que tu vida entera hasta ese punto valiera la pena, sin importar lo que haya ocurrido en ella hasta ahora. No era una mirada romántica. No era una mirada de amistad. Era una mirada que de alguna manera estaba más allá de todo esto, más allá de todos los diferentes tipos de amor que tenemos aquí en la tierra. Era algo superior, que contenía todos estos tipos de amor en si mismo, mientras al mismo tiempo era mucho mayor que todos ellos.

Sin pronunciar una sola palabra, ella me habló. El mensaje me atravesó como un viento, y al instante comprendí que era cierto. Lo supe de la misma manera en que supe que el mundo que nos rodeaba era real, no era una fantasía pasajera e insustancial.

El mensaje tenía tres partes, y si tuviera que traducirlas al lenguaje terrenal, sería algo como esto: “Ustedes son amados y apreciados, muchísimo y para siempre.” “No tienes nada que temer.”

“No hay nada que puedas hacer el mal.” El mensaje me inundó con una inmensa y loca sensación de alivio. Era como si me hubieran entregado las reglas de un juego al que había estado jugando toda mi vida sin nunca haberlo comprendido plenamente. “Te vamos a mostrar muchas cosas aquí”, dijo la mujer, una vez más, sin llegar a utilizar estas palabras, sino transmitiéndome directamente su esencia conceptual. “Pero eventualmente vas a regresar”. Para ello, sólo tenía una pregunta. ¿Regresar a dónde?

Un viento cálido soplaba, como los que surgen en los días más perfectos de verano, sacudiendo las hojas de los árboles y fluyendo como agua celestial. Una brisa divina. Esto cambió todo, transformando el mundo a mi alrededor en una octava incluso más alta, una vibración más alta.

A pesar de que aun tenía una pequeña función del lenguaje, al menos la idea que tenemos de él en la Tierra, sin decir palabras comencé a formular preguntas a este viento, y al ser divino que sentía que trabajaba detrás de él o dentro de él.

¿Dónde está este lugar? ¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí?

Cada vez que expresé silenciosamente una de estas preguntas, la respuestas llegaron inmediatamente, en una explosión de luz, color, amor y belleza que soplaba a través de mí como una ola rompiendo. Lo más importante de estas explosiones es que no callaban mis preguntas abrumándolas. Respondían a las preguntas, pero de una forma que pasaba el lenguaje por alto. Los pensamientos me entraban directamente. Pero no era pensamiento como lo experimentamos en la Tierra. No era vago, inmaterial o abstracto. Estos pensamientos eran sólidos e inmediatos, más calientes que el fuego y más húmedos que el agua, y mientras los recibía era capaz de comprender al instante y sin esfuerzo conceptos que me habría llevado años comprender plenamente en mi vida terrenal.

Seguí avanzando y me encontré ingresando en un inmenso vacío, completamente oscuro, infinito en tamaño, pero también infinitamente reconfortante. Era profundamente negro pero a la vez rebosante de luz: una luz que parecía venir de un orbe brillante que ahora sentía más cerca de mí. El orbe era una especie de “intérprete” entre mí y esta vasta presencia que me rodeaba. Era como si yo estuviera naciendo a un mundo más grande, y el propio universo era como un útero cósmico gigante y el orbe (que sentí estaba conectado de alguna manera con, o incluso era idéntico a la mujer sobre el ala de la mariposa) fue guiándome a través de él.

Más tarde, cuando volví, me encontré con una cita del Siglo XVII, del poeta cristiano Henry Vaughan, que estuvo muy cerca de describir este lugar mágico, este núcleo vasto y negro como tinta, que era el hogar de la misma Divinidad.

“Hay, dicen algunos, en Dios, una oscuridad profunda pero deslumbrante”. Eso era exactamente: una negra oscuridad que también estaba rebosante de luz. Sé muy bien cuan extraordinario, cuan francamente increíble, todo esto suena. Si alguien, incluso un médico, me hubiera contado una historia como ésta en los viejos tiempos, hubiera estado bastante seguro de que estaba bajo el hechizo de algún delirio. Pero lo que me pasó fue, lejos de ser delirante, tan real o más real que cualquier otro acontecimiento en mi vida. Eso incluye el día de mi boda y el nacimiento de mis dos hijos. Lo que me pasó exige una explicación.

La física moderna nos dice que el universo es una unidad que es indivisible. Aunque parece que vivimos en un mundo de separación y diferencia, la física nos dice que debajo de la superficie, cada objeto y acontecimiento en el universo está completamente entretejido con todos los demás objetos y eventos. No hay verdadera separación. Antes de mi experiencia de estas ideas eran abstracciones. Hoy son realidades. El universo no sólo está definido por la unidad, sino también, ahora lo sé, definido por el amor. El universo como lo experimenté en mi estado de coma es – he descubierto con sorpresa y alegría- el mismo sobre el cual tanto Einstein y Jesús habían hablado en sus (muy) diferentes maneras. He pasado décadas como neurocirujano en algunas de las instituciones médicas más prestigiosas de nuestro país. Sé que muchos de mis compañeros se aferran, como yo en el pasado, a la teoría de que el cerebro, y en particular la corteza, genera la conciencia y de que vivimos en un universo desprovisto de cualquier tipo de emoción, y mucho menos del amor incondicional que ahora se que Dios y el universo tienen hacia nosotros. Pero esa creencia, esa teoría, ahora yace rota a nuestros pies. Lo que me pasó la destruyó, y tengo la intención de pasar el resto de mi vida investigando la verdadera naturaleza de la conciencia y difundiendo el hecho de que somos más, mucho más, que nuestro cerebro físico, lo más claro que pueda, tanto hacia mis colegas científicos como hacia la gente en general.

No espero que esto sea una tarea fácil, por las razones que he descrito anteriormente. Cuando el castillo de una vieja teoría científica comienza a mostrar líneas de falla, al principio nadie quiere prestar atención. En primer lugar, el antiguo castillo simplemente ha tomado mucho trabajo para ser construido, y si se cae, uno completamente nuevo tendrá que ser construido en su lugar.

Esto lo aprendí de primera mano después de que estuve lo suficientemente bien como para volver a salir al mundo y hablar con otras personas -personas, es decir, que no sean mi sufrida esposa, Holley, y nuestros dos hijos-, acerca de lo que me había pasado. Las miradas de incredulidad cortés, especialmente entre mis amigos médicos, pronto me hicieron ver la gran tarea que tendría para que la gente comprendiera la enormidad de lo que había visto y experimentado esa semana mientras mi cerebro estaba apagado. Uno de los pocos lugares en los que no tuve problemas para transmitir mi historia era un lugar que antes de mi experiencia había visto bastante poco: la iglesia. La primera vez que entré en una iglesia después de mi coma, veía todo con ojos nuevos. Los colores de los vitrales me recordaron la luminosa belleza de los paisajes que había visto en el mundo de arriba. Las notas bajas profundas del órgano me recordaron cómo los pensamientos y emociones en ese mundo son como olas que se mueven a través de ti. Y, lo más importante, una pintura de Jesús partiendo el pan con sus discípulos evocó el mensaje que permanece en el corazón mismo de mi viaje: que somos amados y aceptados incondicionalmente por un Dios aun más grande e insondablemente glorioso que el que me habían enseñado de niño en la escuela dominical. Hoy en día muchos creen que las verdades espirituales vivas de la religión han perdido su poder, y que la ciencia, no la fe, es el camino a la verdad. Antes de mi experiencia tenía una fuerte sospecha de que ese era el caso para mí.

Pero ahora entiendo que esta opinión es demasiado simple. El hecho cierto es que la imagen materialista del cuerpo y el cerebro como los productores, en lugar de los vehículos, de la conciencia humana, está condenada. En su lugar, una nueva visión de la mente y el cuerpo va a surgir, y de hecho ya está emergiendo. Este punto de vista es científico y espiritual en igual medida y valorará lo que los más grandes científicos de la historia siempre se han valorado por sobre todo: la verdad.

Esta nueva imagen de la realidad tomará mucho tiempo en armarse. No va a estar terminada en mi tiempo, o incluso, sospecho, tampoco en el tiempo de mis hijos. De hecho, la realidad es demasiado vasta, demasiado compleja y demasiado irreductiblemente misteriosa para que una imagen de ella alguna vez llegue a estar absolutamente completa. Pero, en esencia, esta imagen mostrará al universo en evolución, multidimensional, y conocido en detalle hasta cada uno de sus últimos átomos por un Dios que nos cuida mucho más profunda y apasionadamente que cualquier padre que alguna vez haya amado a su hijo.

Aun sigo siendo un doctor, y aun sigo siendo un hombre de ciencia, casi exactamente igual a como era antes de que tuviera mi experiencia. Pero en un nivel más profundo soy muy diferente a la persona que era antes, porque he podido vislumbrar esta imagen de la realidad que está surgiendo. Y puedes creerme cuando te digo que va a valer la pena cada pequeño paso de la labor que nos llevará, y a los que vienen después de nosotros, para llegar a comprenderla bien.

Dr. Eben Alexander, The Daily Beast, 08 de Octubre 2012 Fuente: http://www.thedailybeast.com/newsweek/2012/10/07/proof-of-heaven-a-doctor-s-experience-with-the-afterlife.html

Fuente a través del cual copie este artículo: http://www.creadess.org/index.php/informate/desarrollo-humano1/emancipacion-humana/23484-la-experiencia-de-un-neurocirujano-en-el-mas-alla

Brunch & Buy, mi primer stand

Hola a todos,

El pasado domingo inauguré una nueva manera de presentar Cetana.

Stand Cetana

Stand Cetana

Fue a través de un evento mensual que consiste en realizar tus compras un domingo por la mañana y tomar un Brunch de paso. El catering estaba además de cuidado y original, copioso y riquísimo. Lo recomiendo!!

En cuanto a mis productos, me ha permitido crear unos nuevos como jabones especiales para manos sensibles al frío ( Savon d´Hiver) , discos, estrellas y corazones de baño para hidratar tu piel y relajar tu mente gracias a las flores de bach y los aceites esenciales

Savon d Hiver ,Jabón natural y artesanal 100%

Cetana savon d hiver

El aceite de soja aporta elasticidad e hidratación, la cúrcuma refuerza las defensas naturales de la piel. El Niauli protege ante las pequeñas heridas y tiene una  acción desinfectante, La lavanda calma la irritación y el ciprés activa la circulación sanguínea. «Clematis» evita la sensación de acorchamiento.

Composición:

*Aceite de Soja, Agua de manantial, Hidróxido de Sodio,* Cúrcuma, *Aceites esenciales( Niauli, Lavanda, Ciprés) , Clematis ( flor de bach)

(*Procedente de la Agricultura Ecológica Certificada)

Discos de Baño, Bain nature & Bain Provence 

Discos de baño cetana Estrellas de baño y corazones Cetana

Para un momento de paz en tu baño

Elaboración  natural y artesanal 100%

El Bicarbonato de Sodio junto al ácido citrico son elementos naturales y beneficiosos. Calman la sensación de sequedad y ayudan a retardar el proceso de envejecimiento de la piel. Aceite de soja y avellanas proporcionan hidratación. El aceite esencial de bergamota aumenta el estado de ánimo, y las flores de Bach aportan descanso físico y mental.

Composición:

Bicarbonato de sodio, Acido Cítrico, *Aceite de Soja, *Aceite de Avellana, *Aceite Esencial de Bergamota, Oak, Scleranthus ( flores de bach)

(*Procedente de la Agricultura Ecológica Certificada)

Provence: lleva de además kaolin y óxido de hierro natural.

Confío en que os haya gustado,

Arte…sana…mente, Cetana

Armonizadores de Esencias Cetana, equilibra tu espacio con una fragancia natural

Empecé a utilizar este tipo de ambientador especial hace ya 4 años, debido a que mi hija hacía pesadillas y funcionaba muy bien.

Aprendí a realizarlos y empecé a enseñar cómo se hacían : Taller » Crea tu Armonizador» , próxima edición Viernes 15 noviembre 2013 a las 19h en Barcelona

Hace una semana cree 3 gamas de armonizadores, ZEN( paz), NET( limpieza) , CREA( creatividad)

Compuestos por aceites esenciales esencias minerales y Flores de Bach.

Cada uno sirve para un tipo de estancia o de situación personal dentro de ese lugar.

Te invito a saber más sobre cursos en mi página web www.cetana.es. Las ediciones suelen ser en febrero junio y noviembre

Dando a me gusta a en mi página de Facebook , sabrás al momento sobre las ediciones y curiosidades sobre esencias.

Armonizador de Esencias Cetana

Promociona también tu página

Puedes Regalar On – Line un taller de Armonizadores , consulta fecha y precio también a través de uolala.

Organizo actividades en Uolala

Un abrazo, Anna

Cuando estoy hundid@ ,¿por dónde empiezo?

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Aceptar que lo estás.
Aceptar no es «no hacer nada» sino todo lo contrario.
¿ Qué es NO aceptar?
Quejarse, culpar a los demás o a las circunstancias. Estar con ganas de evadirte permanentemente de tu estado de ánimo ( por ejemplo :agenda muy apretada por trabajo, o vida social hiperactiva, digo con eso : no soportar estar sol@) o evadirte con sustancias legales o no. En definitiva, distraerte de forma agradable o no de algo que te hace sufrir.
Aceptar es : asumir de cómo estás , poner palabras tanto a tus sentimientos como pensamientos como actitud .

¿ Qué es el sufrimiento?
Querer controlarlo todo,
desear que las cosas sean como tu quieres,…
aferrarse a lo que no puede ser,
desear que el pasado sea diferente,
querer que otros sean como tú quieres que sean,
no aceptarte tal como eres en cada momento.
En resumen, vivir en tu mente
y perderte el presente.»
Osho

La diferencia entre el dolor y el sufrimiento es esta:
El dolor que se acepta jamás se convierte en sufrimiento. Por ello si duele, atiéndelo cuanto antes.
Dolor:
puede LIBERARSE mediante:
– creencias positivas
– emociones liberadas
-movimientos de tu cuerpo
Esto es tan antiguo como la Humanidad «mens san in corpore Sano » te suena???
Aquí va la traducción de parte de la cita.

Se debe orar que se nos conceda una mente sana en un cuerpo sano.
Pedid un alma fuerte que carezca de miedo a la muerte,
Que considere el espacio de vida restante entre los regalos de la naturaleza.,
Que pueda soportar cualquier clase de esfuerzos,
Que no sepa de ira, y esté libre de deseos

  • La mente

Nuestra mente inconsciente recoge tal cantidad de información que somos hoy en día incapaces de acceder a ella en su totalidad. Es un cajón desastre muy útil. Todo lo que nos gusta, lo que nos aterra lo guardamos allí. Nuestros primeros momentos en esta vida, nuestra infancia, todo está allí!!
Y allí también nuestras creencias. Pueden limitarnos ( es decir que nos advierten de que esa experiencia, sentimiento , persona, situación, es muy parecida a algo que nos llenó de dolor ) y por lo tanto reaccionamos de forma caótica, defensiva, llena de emociones que nos descolocan consiguiendo sabotearnos y provocar más dolor en nuestras vidas.
Pueden también liberarnos : cuando la creencia es liberada y es por tanto potenciadora, actúa entonces a nuestro favor nos llena de paz y actuamos de forma natural ,intuitiva y acorde a nuestro yo mas profundo.
Conociendo cómo pensamos, podremos tomar nuestro poder mental a nuestro favor.

  • Las emociones

De ellas se pueden decir de manera común que hay buenas y malas. Yo diría que no hay buenas ni malas. Todas sirven .Cierto es que te sientes mejor si sientes alegría que tristeza.
El error más común es este : identificarse con una de ellas.
«Yo soy una persona rencorosa, yo soy una persona triste o depresiva, yo soy una persona miedosa y un largo etcétera….
Lo primero que debo hacer cuando estoy sumergido en muchas emociones es identificar una , solo una.
Reconocer si forma parte de una de estas:

  1. Alegría
  2. Confianza
  3. Miedo
  4. Sorpresa
  5. Tristeza
  6. Disgusto
  7. Enojo
  8. Anticipación

Después de reconocer esa emoción transformar esta, de esta manera :
Cierra tus ojos y siéntela…..siéntela tuya como ahora y poco a poco mediante la respiración obsérvala….sigue cerrando los ojos y respirando. Puede que en ese momento te vengan imágenes, recuerdos, bien….respira y dile a tu cuerpo que eso forma parte del pasado ahora estás sentad@ respirando, tú eres TU, y la emoción que se aloja temporalmente en ti es una emoción, solo eso. Tu sientes una emoción y tu eres tu. Por lo tanto cambia
Yo soy una persona rencorosa, yo soy una persona triste o depresiva, yo soy una persona miedosa y … por» Yo soy una persona que siente rencor, yo siento tristeza o bien yo siento miedo.»
Parece que es poco, y es tanto. Si cada vez lo aplicas y te das cuenta de que te identificas con la emoción, al cambiar esto estás tomando la emoción a tu favor y ella deja de «dominarte» y pasa a enseñarte qué esconde esa emoción qué es lo que la enciende.
Igual es que no te gusta lo que estás viendo, igual es que no aceptas al otro tal y como es? igual es que quieres controlarlo todo?? Respira y siéntete

  • El cuerpo

Tercer y no memos importante para mí.
Cuando empecé mis prácticas de Quiromasaje en Alicante, me sentía cómoda a realizarla pero horriblemente incómoda a recibirlas. Fue casi mayor aprendizaje recibir masajes en clase.
Hablo desde un punto de crecimiento personal. Me enfrenté a mi desconfianza en el otro , a mi pudor, y sobre todo a aprender a recibir de la otra persona algo positivo, algo que era bueno.
Por ello , nuestro cuerpo es el guardián, guarda todo aquello que pensamos, que sentimos y que hacemos. Es nuestro medio locomotor y si una pieza está dañada, solemos tapar la información para que no duela, PARA TAPAR EL DOLOR. Hablo de un dolor hasta leve, para así seguir tirando de nuestra maquinaria, porque no respetar nuestro cuerpo es tratarlo como una máquina y desvincularnos de él.
Nuestro cuerpo es nuestro templo y le debemos el respeto que se merece.
Querer a nuestro cuerpo es querernos a nosotros mismos.
Por eso cuando nos cuidamos ( nadamos, hacemos senderismo, bailamos…) nos sentimos mejor.
Cuando algo nos duele a nivel muscular, saber porqué nos duele. Desde una mala postura o gesto , bien pues corrige tu mala postura y haz estiramientos : Pilates, Yoga . Por estrés? te contraes por nervios? Allí es emocional y mental. Hay muchas técnicas que te pueden ayudar.
La kinesiología es una de estas terapias ya que trabaja a la vez cuerpo, emoción y mente y es la que practico en Cetana.
Si quieres otro tipo de terapia, escríbeme y te podré orientar en otras disciplinas o bien ayudarte on-line sin coste alguno en tu proceso con recomendaciones y orientación.
Feliz viaje a tu propia felicidad
Un abrazo
Anna Coelho
http://www.cetana.es

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Cetana
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